Según sus creyentes, el líder religioso Valdemiro Santiago de Oliveira en San Pablo, Brasil posee poderes con los que realiza milagros de curación, como los de Eliseth quien fue curado de lepra y Anny, una niña que se estaba al borde de la muerte. En la ciudad de Taxco en México veneran la imagen del Cristo del Santo Entierro, y le atribuyen sanaciones milagrosos. El fenómeno más sorprendente es que los creyentes aseguran que la estatua abre los ojos. En Caquetá, Bogota, mediante la imposición de manos y el uso de la oración, el sacerdote Jimmy Bula realiza exorcismos asombrosos.