Llegar a una gran ciudad como León siempre es una aventura impredecible. Julius se encuentra en mitad del camino con un carro tirado por bueyes y piezas de embutido colgando por doquier. Los bueyes le dejan en casa de Carlos, que le enseña cómo se hace la tradicional cecina de León en una cocina de humo de toda la vida, la de su abuela. Con las pilas cargadas, en León le esperan Blanca y Virginia, dos simpáticas leonesas que le muestran dos caras diferentes de la ciudad. Blanca y Julius prueban la típica sopa de truchas de la Bodega Regia y descubren la mezcla del bacalao con el rabo de toro en el mismo plato, invento del mítico Racimo de Oro. Por otro lado, junto a Virginia, recorre el famoso Barrio Húmedo y su larga lista de bares de tapeo, donde no pararán de comer en toda la tarde.
